Que la ubre de las vacas es un ‘mundo aparte’ lleno de detalles que involucran hormonas, minerales, ciclos y procesos no es ninguna novedad. Transformar los nutrientes de la dieta en leche parece magia, pero implica numerosas y complejas etapas que hacen que el proceso sea curioso e, incluso, apasionante.
Fisiológicamente, la producción de leche involucra células, sangre, vasos, alvéolos, activación del sistema nervioso central, en fin, una variedad de estructuras que deben trabajar en sinergia para alcanzar el objetivo final. Hablando específicamente de la vaca, hay varios manejos que contribuyen a un resultado exitoso, como el control del estrés de los animales, el enfoque en el bienestar, la nutrición adecuada para cada etapa, el mantenimiento adecuado de los equipos y, tan importante como estos aspectos, la salud de la ubre. Todos ellos están relacionados en algún grado y es sobre esto que hablaremos a continuación.
Es a través de la glándula mamaria que las vacas liberan uno de los alimentos más nobles, y los cuidados que la rodean se dirigen a priorizar su salud y vitalidad para ofrecer así su máximo rendimiento. Esta condición es intrínseca para aquellos que buscan optimización constante y prevención de problemas en el rebaño. Después de todo, ubres saludables también son sinónimo de leche de alta calidad.
La mastitis sigue siendo el gran villano de la salud de los pezones
La mastitis bovina es la principal enfermedad en los rebaños lecheros y puede afectar tanto a vacas primíparas como a multíparas, con un alto impacto negativo en la producción y calidad de la leche. La ocurrencia de la enfermedad varía entre los rebaños, ya que dependerá de las prácticas de manejo adoptadas en cada finca lechera, como la alimentación, la rutina de ordeño y el sistema de alojamiento.
El historial del animal desde el nacimiento hasta el parto también es importante desde el punto de vista de la salud de la glándula mamaria, por lo que vale la pena ser detallado en los registros, el control de datos y los índices zootécnicos. Nunca está de más hacer anotaciones, ya que contribuyen a dar dirección cuando surgen problemas.
Monitorear mediante muestras cómo está la leche de las vacas en el rebaño también es crucial para dirigir esfuerzos en la búsqueda de soluciones y, especialmente para fomentar la prevención, algo que es clave para reducir la prevalencia de la mastitis en el rebaño. ¿Conoces el viejo refrán: prevenir es mejor que curar? Pues bien, se aplica muy bien aquí.
Conocer los patógenos presentes en los rebaños mediante cultivos microbiológicos es una herramienta precisa que ofrece una toma de decisiones adecuada con respecto al uso o no de terapia antimicrobiana. Además, la tecnología permite acceder a pistas importantes sobre cómo mejorar la calidad de la leche ofrecida y proporciona una toma de decisiones rápida.
Uso de sellantes y periodo seco
Usar sellantes en el momento en que la vaca pasa por el periodo seco es una estrategia posible para evitar nuevas infecciones intramamarias, ya que refuerza la barrera física natural presente en el tapón de queratina formado en la extremidad de los pezones antes del parto. Algunas vacas presentan retraso o incluso falla en la producción del tapón de queratina. La ausencia de la protección conferida por el tapón de queratina resulta en pezones desprotegidos y proporciona una ‘puerta abierta’ para la invasión de agentes causantes de mastitis en la glándula mamaria. Hay varias opciones de selladores en el mercado y la elección debe hacerse en consenso con el equipo.
En esta fase, las vacas también necesitan alojamientos limpios, secos y cómodos para evitar la exposición a microorganismos.
Momento del ordeño, importancia de la mano de obra y manejo correcto de las pezoneras
Aún hablando de mastitis, en el momento del ordeño, por ejemplo, la enfermedad puede ocurrir debido a microorganismos ambientales. Son patógenos oportunistas que sobreviven y se multiplican en lugares fuera de la glándula mamaria; por lo tanto, la higiene del lugar de ordeño es necesaria para reducir la posibilidad de multiplicación de estos microorganismos. Además, la higiene del ordeñador y la desinfección de las ubres también deben estar siempre al día.
Aquí también es importante mencionar la importancia de una mano de obra capacitada, proactiva y ágil para resolver problemas. Cuando estos tres pilares están en consonancia, la mirada de los empleados, que pasan gran parte del tiempo con los animales, se vuelve cada vez más aguda. Así, el radar para detectar algún problema se activa rápidamente.
Un equipo motivado tiene un impacto directo en el bienestar de los animales, lo que afecta la reducción del estrés de los mismos, que de manera general es perjudicial para la salud general del rebaño. Las situaciones crónicas de estrés hacen que el animal gaste más energía y sufra impactos en el sistema reproductivo e inmune, volviéndolo más susceptible a enfermedades y, en consecuencia, menos productivo. Centrarse en buenas prácticas de manejo adecuadas para el sistema de producción elegido en la finca contribuye mucho a este tema.
En cuanto al equipo de ordeño, el equipo debe estar siempre atento a su funcionamiento para evitar complicaciones. Al igual que las buenas prácticas clínicas y de ordeño, es fundamental priorizar la limpieza, el mantenimiento y la calibración de los equipos destinados al ordeño y la refrigeración de la leche. Estos procedimientos deben realizarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante, utilizando material y utensilios adecuados, así como detergentes específicos para este fin.
Prestar atención constante al funcionamiento del equipo es fundamental para evitar algunos problemas relacionados con la salud de las vacas y la calidad de la leche, como lesiones en las puntas de las ubres de las vacas, ordeño incompleto de los cuartos mamarios, aumento del tiempo de ordeño, vacas con molestias durante el ordeño, caída recurrente de pezoneras durante el ordeño, entre otros.
También es importante no olvidar la verificación de la presión del vacío, frecuencia y ajuste de los pulsadores. Los conjuntos de ordeño deben estar en buen estado de conservación, funcionamiento e higiene, con medidores adecuados y funcionales y presión de vacío suficiente. Todo este mantenimiento contribuye en gran medida a la salud de la ubre. Todas estas iniciativas reducen las lesiones en las ubres de los animales y ahorran al productor posibles dolores de cabeza.
Manejo nutricional adecuado e instalaciones
Proporcionar a los animales una dieta equilibrada en proteínas, energía y fibras y estar atento a la demanda de nutrientes para cada etapa en la que se encuentra el animal es esencial para mantener al plantel saludable. Los alimentos deben estar libres de moho y siempre muy bien almacenados. En cuanto a las instalaciones, es importante que no estén superpobladas, sucias, húmedas y con ventilación adecuada.
En resumen, todos los manejos adoptados en la finca pueden impactar positiva o negativamente en la ubre de los animales. Debemos esforzarnos para que nuestras vacas sean criadas con todas sus necesidades satisfechas para que respondan a lo que buscamos. ¡Adelante!
Acerca de OnFarm
OnFarm ofrece una solución simple, innovadora y única que permite la identificación de la causa de la mastitis en 24 horas, en la propia finca lechera, a través del cultivo microbiológico. Conocer el agente de manera rápida es indispensable para el éxito de cualquier programa de control de mastitis. La tecnología posibilita el empoderamiento de los productores para que tomen decisiones cada vez más acertadas. El productor en primer lugar, siempre. Para obtener más información, visite: https://onfarm.com.br/ o comuníquese por WhatsApp al (19) 97144-1818 o por correo electrónico a: contacto@onfarm.com.br | Síganos en redes sociales: Instagram | Facebook | LinkedIn | Youtube
Autoría del texto:
Raquel Maria Cury Rodrigues, Zootecnista por la Unesp de Botucatu.
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- Zafalon, Luiz Francisco Boas práticas de ordenha [Recurso eletrônico] / Luiz Francisco Zafalon [et al.].— São Carlos: Embrapa Pecuária Sudeste, 2008. Modo de acesso: https://central3.to.gov.br/arquivo/228631/(acesso em 09 de outubro de 2021) 50 p. (Documentos / Embrapa Pecuária Sudeste, 78).”